La puerta

del desierto

Conocida como la puerta de entrada al desierto del Sáhara, Ouarzazate es mucho más que eso y guarda un sinfín de sorpresas.

Zagora, pequeña ciudad del sur de Marruecos, suele considerarse la puerta de entrada ideal al desierto. A unos 160 km al sur de Ouarzazate, ofrece un acceso privilegiado a las vastas extensiones del Sáhara, incluidas las famosas dunas de Tinfou y Chegaga, que fascinan a los viajeros en busca de aventura y autenticidad. Es una visita obligada para todo aquel que desee descubrir la magia del desierto y disfrutar de una experiencia única, como pasar una noche bajo las estrellas en este entorno hechizante.

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Descubra

las grandes dunas

Zagora es el punto de partida perfecto para explorar las grandes dunas que se extienden hasta donde alcanza la vista. A pocos kilómetros de la ciudad, las dunas de Tinfou le dan la bienvenida para su primera inmersión en el desierto. De fácil acceso, ofrecen una muestra de los grandiosos paisajes del Sáhara, con espectaculares puestas de sol que tiñen las dunas de tonos dorados y anaranjados. Pero para vivir una auténtica aventura, hay que continuar hasta las dunas de Chegaga, a unas dos horas por pista. Menos concurridas que las de Merzouga, ofrecen una experiencia más salvaje y auténtica. Aquí podrá sentirse solo en el mundo, rodeado de paisajes infinitos donde reina el silencio.

Inicio histórico

para Tombuctú

La propia ciudad de Zagora es un punto de partida tradicional para las expediciones al desierto. Históricamente, era la primera parada de las caravanas que cruzaban el Sáhara hacia Tombuctú. Aún hoy, el famoso cartel de camellos "Tombuctú, 52 días" recuerda la antigua ruta de las caravanas.

Uno de los momentos culminantes de cualquier estancia en Zagora es la inolvidable experiencia de pasar una noche en el desierto. Los campamentos bereberes tradicionales, a menudo instalados al pie de las dunas, ofrecen una inmersión total en la cultura nómada. Dormir en una tienda bereber, rodeado de arena hasta donde alcanza la vista, permite saborear la tranquilidad y la serenidad del desierto. El cielo nocturno, libre de contaminación lumínica, revela una miríada de estrellas, creando un espectáculo celeste que pocos lugares pueden igualar. A la mañana siguiente, el amanecer sobre las dunas es igual de mágico, bañando el desierto con una luz suave y dorada.

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Destino

imperdible

La privilegiada situación de Zagora la convierte en la puerta ideal para descubrir las maravillas del desierto marroquí. Ya sea una excursión de un día en camello, una caminata por las dunas o una noche mágica bajo el cielo estrellado del Sáhara, esta región promete recuerdos inolvidables y una profunda conexión con la naturaleza. Para los viajeros que buscan un cambio de aires y aventura, Zagora es un destino que no deben perderse.