Un viaje
El valle de Ounila, enclavado en el corazón del sur de Marruecos, es un tesoro natural y cultural poco conocido, situado no lejos de la ciudad de Ouarzazate y cerca del pueblo de Asfalou. Esta región, aún virgen para el turismo de masas, ofrece al visitante un marco auténtico, un viaje en el tiempo y una inmersión en el esplendor natural e histórico de Marruecos.
El valle sigue el curso del Oued Ounila, que serpentea entre las áridas montañas del Alto Atlas. Este paisaje único alterna majestuosas formaciones rocosas, acantilados ocres, pueblos bereberes aferrados a las laderas de las montañas y exuberantes jardines verdes, creando un llamativo contraste con la naturaleza circundante. Es un destino ideal para los amantes del senderismo, donde cada desvío revela panoramas impresionantes. A lo largo de los senderos del valle se pueden admirar ancestrales kasbahs de adobe, fortificaciones que parecen salidas de los cuentos de Las mil y una noches.
Tesoros
Una de las joyas más emblemáticas del valle del Ounila es la famosa kasbah de Aït Ben Haddou, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este ksar, con sus torres almenadas y sus murallas de tierra, es un testimonio vivo de la arquitectura tradicional del sur de Marruecos. También ha servido de escenario para numerosas películas internacionales. Sin embargo, el valle esconde muchos otros tesoros menos conocidos pero igualmente fascinantes, como la kasbah de Telouet, antigua residencia de la poderosa familia Glaoui, o los pueblos bereberes donde aún se practica la artesanía local con técnicas ancestrales.
Una región
Uno de los principales activos de esta región es su autenticidad. A diferencia de las zonas más turísticas, el Valle de Ounila sigue siendo un remanso de paz, donde el viajero puede descubrir la vida cotidiana de los lugareños, lejos del bullicio de las grandes ciudades. Es una invitación al encuentro y a compartir, en un marco natural excepcional.
Si se aloja en Asfalou, estará a sólo unos kilómetros de este valle mágico, que le ofrece una oportunidad única de descubrir la esencia misma del Marruecos tradicional. Ya sea para hacer senderismo, descubrir la cultura o simplemente disfrutar de la naturaleza, el valle de Ounila le seducirá por su belleza natural y su rica historia.