Despertarse en Ksar Ighnda significa contemplar la salida del sol tras las montañas desde la cama o la terraza, arrullado por el canto de los pájaros. Es la experiencia de un hotel de lujo en Ouarzazate.
Al igual que las zonas comunes, las habitaciones son auténticas. En cuanto a tamaño, distribución y diseño interior, todo es único. Sabine Calstier, la interiorista de Ksar Ighnda, ha buscado, rebuscado, pintado y puesto al día muebles recuperados en los que cada espacio tiene su propia individualidad, cada mueble ocupa su lugar, pero todo encaja a la perfección para crear un conjunto armonioso. Armarios bereberes grabados, azulejos que cambian de una habitación a otra, majestuosas lámparas de mimbre, zellige en los cuartos de baño, ventanales panorámicos... nada se deja al azar.
Para disfrutar de la intimidad de su suite en nuestro hotel de lujo en Ouarzazate, nuestro personal puede llevarle la comida a su habitación las 24 horas del día. Desde el desayuno hasta la cena, tiene a su disposición un menú especial que podrá degustar en su habitación.